En el legado de José Gabriel Varela Morgan florecen semillas de amor inquebrantable, coraje invencible y gratitud eterna. Su luz ilumina el camino, recordándonos la resiliencia del espíritu humano. Que su paz interior sea bálsamo para nuestras heridas, inspirándonos a abrazar la vida con renovada esperanza. En cada suspiro, en cada paso, en cada latido, honramos su memoria al vivir con compasión y propósito. Que su ejemplo nos guíe hacia un mañana lleno de amor y bondad, recordándonos que, incluso en la oscuridad, siempre hay espacio para la luz.
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19 de mayo de 2024