En el jardín de la vida, las flores más bellas crecen en los corazones que han conocido la pérdida, pero han elegido seguir floreciendo con amor y esperanza en honor a quienes ya no están físicamente con nosotros. Que la serenidad y humildad guíen tus pasos, recordándote que cada día es una oportunidad para expandir el amor que sembraron en ti aquellos que ahora brillan en la eternidad. En cada sonrisa, en cada abrazo, en cada acto de bondad, mantén viva la luz de quienes amaste y te amaron. Tu existencia es un tributo viviente lleno de amor y esperanza.
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8 de mayo de 2019