A través del amor infinito que José María Guerrero sembró en el mundo, recordemos su coraje inspirador, su resiliencia inquebrantable y su gratitud eterna. Que su legado de paz perdure como un faro de esperanza en los corazones afligidos. En honor a su memoria, abracemos cada nuevo amanecer con valentía, sabiendo que cada desafío nos fortalece para seguir adelante con bondad y compasión. Que su luz guíe nuestros pasos y nos recuerde la belleza de vivir plenamente, amando sin límites y cultivando la esperanza en cada latido de nuestro ser. ¡Sigamos adelante con amor y esperanza!
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12 de febrero de 2024