En la luz eterna de la memoria de José Alberto Jara Franzoy, encontramos un legado de amor que trasciende el tiempo. Que su coraje y resiliencia nos inspiren a abrazar la vida con gratitud, a enfrentar cada desafío con valentía y a tejer la paz en nuestros corazones. Que su memoria sea un faro de esperanza, recordándonos que en cada amanecer hay oportunidades para renovar nuestra fe en el mañana. Sigamos adelante con humildad y compasión, sabiendo que el amor perdura más allá de la despedida, guiando nuestros pasos con luz y consuelo.
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6 de septiembre de 2019