Que la luz del amor que Jorge Rojas Sáez compartió perdure en nuestros corazones, infundiendo coraje en nuestras almas para enfrentar cada día con resiliencia y gratitud. Que su legado nos inspire a abrazar la vida con valentía, transformando la tristeza en paz y las lágrimas en esperanza. Recordemos que cada amanecer nos regala una nueva oportunidad para amar, crecer y honrar su memoria con bondad y compasión. Que su espíritu siga guiándonos en el camino, recordándonos que el amor es eterno y que la luz que brilló en él nunca se apagará.
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20 de octubre de 2019