En el rincón más profundo de nuestro ser, florece el amor que Jorge sembró, recordándonos la belleza de la vida. Con gratitud por su luz y coraje, abracemos la resiliencia que nos guía hacia la paz interior. En cada amanecer, encontremos la fortaleza para seguir adelante con esperanza, transformando retos en oportunidades de crecimiento. Que su recuerdo nos inspire a valorar cada instante, a amar con intensidad y a abrazar la vida con pasión. Que su legado nos enseñe que, en cada desafío, yace la semilla de nuestra propia grandeza y plenitud.
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5 de octubre de 2019