Que la luz del amor que sembró Jorge Juan Raúl Elías Aboid siga brillando en cada corazón, recordándonos la importancia de la gratitud en tiempos difíciles. Con coraje y resiliencia, sigamos adelante abrazando la esperanza y la paz que él nos enseñó. Cada paso que damos es un tributo a su legado, un recordatorio de que el amor perdura más allá de la distancia. En cada amanecer, en cada sonrisa, en cada acto de bondad, su espíritu perdura. Sigamos su ejemplo, llenando cada día de amor y esperanza, sabiendo que su luz nunca se apaga.
Publicado en el archivo
6 de mayo de 2020