En memoria de Jorge Iván Ocampo Quezada, recordemos que el amor y la gratitud son semillas que germinan en el corazón y florecen en la eternidad. Que su coraje y resiliencia inspiren la nuestra, fortaleciendo nuestras raíces en la fe y nuestra mirada en el horizonte de la esperanza. En honor a su legado, abracemos cada nuevo amanecer con serenidad y valentía, sabiendo que la paz interior es un regalo precioso que podemos cultivar día a día. Que su luz siga brillando en nuestros momentos de oscuridad, recordándonos que el amor nunca muere.
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21 de mayo de 2024