Que la luz del amor que Jerzy Dziekonski sembró en el mundo perdure en nuestros corazones, recordándonos la importancia de vivir con coraje y gratitud. En medio de la tristeza, cultivemos la resiliencia y la esperanza, sabiendo que cada desafío nos fortalece. Sigamos adelante con compasión y bondad, honrando su legado y abrazando la paz que surge de la aceptación y el perdón. Que en nuestra existencia encontremos la fuerza para superar la adversidad y la sabiduría para apreciar la belleza de cada momento, confiando en que la vida siempre nos brinda oportunidades de crecimiento y renovación.
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6 de febrero de 2020