Que la luz eterna de Jaime Lagos Erazo ilumine nuestros corazones con amor incondicional y fortaleza. Que su valentía nos inspire a ser resilientes ante las adversidades, y su gratitud nos recuerde la belleza de cada momento. En su memoria, abracemos la paz interior que nos permite seguir adelante con esperanza, sabiendo que su espíritu vive en cada acto de bondad que realizamos. Que su legado nos enseñe a valorar la vida y a apreciar la belleza que nos rodea. Unidos en amor y gratitud, sigamos adelante con el corazón lleno de esperanza.
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8 de marzo de 2020