En el legado de Jaime Etchegaray Guzmán perdura la luz del amor inquebrantable, la fuerza del coraje eterno y la sabiduría de la resiliencia genuina. Que su espíritu inspire la gratitud por cada instante vivido y guíe nuestros pasos hacia la paz interior. Que en su memoria encontremos consuelo en la tormenta, fuerza en la adversidad y esperanza en la oscuridad. Recordemos su bondad con afecto, su valentía con humildad y su amor con gratitud. Sigamos adelante con el corazón lleno de amor y la mente abierta a la esperanza. Que su legado nos recuerde que siempre hay luz en la oscuridad.
Publicado en el archivo
12 de noviembre de 2019