En la memoria de Isidoro Cuadrado Mandiola, recordemos su amor eterno y su coraje inquebrantable. Que su ejemplo de resiliencia nos inspire a enfrentar cada desafío con gratitud en el corazón y paz en el espíritu. Que sigamos adelante con la certeza de que en cada amanecer hay una oportunidad para abrazar la vida con esperanza renovada. Que en cada lágrima haya un destello de luz que nos guíe en nuestro camino, recordándonos que el amor perdura más allá de la partida física. Que el legado de Isidoro sea un faro de amor y esperanza en nuestras vidas.
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9 de enero de 2024