Que la luz del amor que Isabel Ugarte Edwards sembró en el mundo continúe brillando en nuestros corazones, recordándonos la importancia de la gratitud, el coraje y la resiliencia. En su memoria, sigamos adelante con esperanza y paz, sabiendo que su legado perdura en cada acto de bondad y compasión que compartimos. Que su ejemplo nos inspire a abrazar la vida con valentía y amor, transformando cada desafío en una oportunidad para crecer y ser mejores. En cada amanecer, encontremos la fuerza para seguir adelante, sabiendo que el amor es eterno y que la esperanza nunca se desvanece.
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14 de septiembre de 2019