Que la luz del amor que Isabel irradió durante su vida, sea nuestro faro de esperanza en los momentos oscuros, recordándonos el coraje de seguir adelante con gratitud por lo vivido. Su resiliencia ante las adversidades nos inspira a abrazar cada día con valentía y optimismo, sabiendo que la paz interior es el tesoro más preciado que podemos cultivar. Que su legado nos impulse a amar sin reservas, a levantarnos con fuerza ante las dificultades, y a encontrar la belleza en cada amanecer. ¡Sigamos su ejemplo y caminemos con el corazón rebosante de amor y esperanza!
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23 de octubre de 2019