En memoria de Irma Rodríguez Durán de Maiza, recordemos que el amor que sembró sigue floreciendo en nuestros corazones. Que su coraje y resiliencia inspiren nuestros pasos, y su gratitud alimente nuestras almas. En su recuerdo, recordamos que la paz interior es un regalo que podemos cultivar en medio de las tormentas. Sigamos adelante con la certeza de que cada amanecer trae consigo nuevas oportunidades para abrazar la vida con renovada esperanza. Que su legado de bondad y fortaleza nos guíe en el camino, recordándonos que el amor nunca se pierde, solo se transforma.
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28 de julio de 2019