En memoria de Hugo Rosende Álvarez, recordemos que el amor y la gratitud son semillas que perduran en la eternidad. Aliento a todos a abrazar la vida con coraje y resiliencia, sabiendo que la paz interior es un regalo valioso que debemos cultivar. En cada amanecer y en cada anochecer, busquemos la luz que nos guíe hacia un futuro lleno de esperanza. Que la memoria de Hugo nos inspire a vivir con pasión y compasión, extendiendo nuestras manos hacia los demás con bondad y generosidad. Que su legado nos recuerde la belleza de la vida y la importancia de cada momento.
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5 de enero de 2024