En el jardín de la vida, el legado de Hilda Elena Fett González florece eternamente, recordándonos que el amor es la semilla que perdura en el alma. Con coraje enfrentó las tormentas, con resiliencia floreció en la adversidad, con gratitud abrazó cada instante. Que su luz ilumine nuestros caminos, recordándonos que en la oscuridad brilla la esperanza, y en el silencio se escucha la melodía del amor. Que la paz que habitaba en su ser sea nuestro refugio en las tormentas, inspirándonos a seguir adelante con el corazón lleno de amor y gratitud.
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24 de enero de 2024