En la sinfonía de la vida, recordemos la melodía inspiradora del amor incondicional, la valentía eterna, la resiliencia ante la adversidad, la gratitud por cada amanecer y la paz que yace en lo más profundo de nuestros corazones. Que vivamos con la certeza de que cada nota de esperanza que sembremos se extenderá como luz en la oscuridad, guiando nuestros pasos en honor a la memoria de Hernán Ramírez Edding. Que su legado nos recuerde que en cada prueba, en cada lágrima, en cada sonrisa, encontramos la fuerza para seguir adelante con fe y bondad.
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21 de diciembre de 2019