En la memoria de Hernán Barahona Justiniano, recordemos que el amor y la gratitud son faros que iluminan incluso en las noches más oscuras. Que el coraje nos impulse a levantarnos una y otra vez, y la resiliencia sea nuestro escudo ante las adversidades. Que la paz interior sea nuestro refugio, y la esperanza nuestro motor para alcanzar nuevos horizontes. Mantengamos vivo su legado abrazando la vida con valentía y generosidad, sabiendo que en cada amanecer hay una nueva oportunidad para amar, crecer y ser felices. ¡Sigamos adelante con corazón y firmeza!
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22 de junio de 2019