En el legado de Héctor Fernando Novoa Vásquez perdura un amor inquebrantable que ilumina el camino de aquellos que lo conocieron. Su coraje y resiliencia son fuente de inspiración para enfrentar las adversidades con valentía y fe. Que su recuerdo nos llene de gratitud por cada instante compartido y nos motive a seguir adelante con esperanza y paz en el corazón. Recordemos que en cada desafío se esconde una oportunidad para crecer y sanar. Que su luz siga guiando nuestros pasos en el camino de la vida, recordándonos que el amor y la esperanza son eternos.
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3 de diciembre de 2019