En memoria de Gustavo Ureta Roiron, recordemos que en cada amanecer hay un rayo de esperanza que ilumina nuestro camino, recordándonos que el amor y la gratitud son semillas que florecen en el jardín de la vida. Con coraje y resiliencia, abracemos cada desafío como una oportunidad de crecimiento y transformación. Que la paz interior sea nuestro refugio en los momentos difíciles, guiándonos con serenidad hacia un mañana lleno de nuevas posibilidades. Sigamos adelante con fe en nuestro corazón, sabiendo que la luz de aquellos que amamos brilla eternamente en el universo.
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8 de febrero de 2020