En la luz etérea de la existencia, recordamos a Gustavo Adolfo Munizaga Concha con gratitud y amor. Su legado de coraje y resiliencia brilla en nuestros corazones, recordándonos que la esperanza nunca se desvanece. Que en medio de la tristeza, encontremos la paz y la fortaleza para seguir adelante, abrazando cada día con renovada pasión y determinación. En cada amanecer, encontremos la serenidad para continuar, recordando que el amor perdura más allá del tiempo y el espacio. Que su memoria nos inspire a vivir con propósito y bondad, siempre.
Publicado en el archivo
9 de abril de 2020