Gonzalo Arturo de la Cerda Otto brilló con amor inquebrantable y valentía inigualable. Que su legado de gratitud y paz eterna nos inspire a abrazar cada día con resiliencia y esperanza. En cada latido de nuestro corazón, vivirá su luz, recordándonos que el amor perdura más allá de la distancia. Que su memoria nos llene de fuerza para enfrentar los desafíos con coraje y bondad, y encontrar consuelo en la certeza de que su espíritu vive en cada acto de amor que compartimos. Que en su honor, sigamos adelante con fe y un profundo agradecimiento por la vida.
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20 de marzo de 2024