Que la luz del amor de Giusseppe Zorzetto Fabbro ilumine nuestros corazones, infundiendo coraje para enfrentar los desafíos con resiliencia. En su memoria, aprendamos a cultivar la gratitud por cada instante de vida, abrazando la paz interior que nos fortalece. Que su legado nos inspire a valorar la belleza de la existencia, recordándonos siempre que el amor perdura más allá del tiempo y el espacio. Con cada latido, con cada suspiro, renovemos nuestra esperanza en un futuro lleno de bondad y compasión. En el amor y la paz, encontraremos la fuerza para seguir adelante.
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17 de junio de 2019