En memoria de Germán Eduardo Gutiérrez Zúñiga, recordemos que el amor y la gratitud son luces que nunca se apagan. Que su coraje y resiliencia sean faros que guíen nuestro camino en medio de la oscuridad, recordándonos que la paz interior es el tesoro más valioso. Sigamos adelante con la certeza de que cada día trae consigo nuevas oportunidades para crecer y amar. En cada amanecer, encontremos motivos para sonreír y seguir adelante, con la esperanza como compañera fiel que nos impulsa a abrazar la vida con valentía y amor incondicional.
Publicado en el archivo
18 de marzo de 2020