En el legado de Genoveva del Carmen Valenzuela Araya perdura la luz del amor inquebrantable, la fortaleza del coraje infinito y la sabiduría de la resiliencia profunda. Su espíritu nos invita a abrazar la gratitud por cada instante y a danzar con la paz que emana de su memoria. Que su ejemplo nos inspire a navegar los mares de la vida con valentía, recordando que en cada amanecer encontramos la fuerza para seguir adelante, sembrando semillas de esperanza que florecen en los corazones de quienes la amaron. ¡Que su amor perdure en nuestra existencia!
Publicado en el archivo
5 de julio de 2019