En el legado de Gabriela Antonia Lau Peña encontramos la luz del amor inquebrantable, la fuerza del coraje infinito y la belleza de la resiliencia eterna. Que su memoria nos inspire a abrazar cada día con gratitud en el corazón, a enfrentar los desafíos con valentía y a cultivar la paz interior que guía nuestros pasos. En cada suspiro recordamos que el amor perdura, la esperanza florece y la presencia de Gabriela nos impulsa a seguir adelante con bondad y humildad. En su recuerdo, encontramos el mensaje de que la vida es un regalo precioso que merece ser vivido con pasión y propósito.
Publicado en el archivo
22 de agosto de 2019