Que la luz del amor eterno de Francisco Segundo Saavedra Mejías ilumine nuestros caminos con coraje y esperanza, recordándonos la importancia de la resiliencia en tiempos difíciles. Que su legado de gratitud y paz perdure en nuestros corazones, guiándonos en cada paso hacia un futuro lleno de amor y compasión. Recordemos su valentía y su bondad, y sigamos adelante con fortaleza y determinación, sabiendo que su espíritu vive en cada acto de generosidad y bondad que compartimos con el mundo. En memoria de Francisco Segundo Saavedra Mejías, sigamos sembrando semillas de esperanza y amor inquebrantable.
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10 de febrero de 2020