En el legado de Francisco Kral Osorio, encontramos un faro de amor incondicional que nos guía hacia la paz interior. Su coraje y resiliencia inspiran a cultivar la gratitud en cada amanecer. Recordemos que en los valles oscuros de la vida, siempre hay destellos de luz y esperanza que nos aguardan. Sigamos su ejemplo, abrazando cada desafío con determinación y humildad. Que su memoria sea un recordatorio eterno de que el amor no conoce límites y que la paz interior es un regalo inquebrantable en nuestro camino. ¡Confía en tu fuerza interior y avanza con fe y valentía!
Publicado en el archivo
26 de diciembre de 2019