Que la luz del amor que Francisco Federico Muñoz Emparán compartió con el mundo siga brillando en cada corazón, inspirando coraje, resiliencia y gratitud. En su memoria, recordemos que la esperanza es un rayo de luz en la oscuridad, guiándonos hacia la paz interior. Sigamos adelante con valentía, abrazando cada momento con amor y apreciando la belleza que nos rodea. Cada nuevo amanecer nos brinda la oportunidad de renovar nuestra fe en el mañana. Que el legado de Francisco Federico Muñoz Emparán nos recuerde que la esperanza es la semilla que florece en el jardín del alma.
Publicado en el archivo
30 de enero de 2020