En memoria de Francisca Vargas Alonso, recordemos que el amor y la gratitud son semillas que cultivan la resiliencia y la paz en nuestro interior. Que su coraje y su fuerza nos inspiren a abrazar la vida con valentía y compasión, recordando que cada amanecer trae consigo nuevas oportunidades para crecer y sanar. En su honor, sigamos adelante con el corazón abierto, nutriendo la esperanza y la bondad en cada paso que damos, sabiendo que su luz perdurará en nuestros corazones. ¡Que la memoria de Francisca sea un faro de amor eterno en nuestro camino!
Publicado en el archivo
30 de diciembre de 2019