Que la luz del amor infinito que Florencio Fernando Mora Silva sembró en cada corazón ilumine el camino de la vida, recordándonos la importancia del coraje ante la adversidad, la resiliencia ante los desafíos y la gratitud por cada instante vivido. Que en la calma de la noche, encontremos la paz que anhelamos, sabiendo que su legado perdura en cada sonrisa, en cada acto de bondad. Sigamos adelante con esperanza, tejamos con hilos de amor nuevos sueños y cultivemos jardines de esperanza en nuestro ser, honrando su memoria con cada paso que damos.
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6 de marzo de 2020