En memoria de Fernando Otárola González, recordemos que en los momentos de oscuridad, el amor y la gratitud iluminan nuestro camino, infundiendo coraje y resiliencia en nuestros corazones. Que su legado nos inspire a abrazar la vida con valentía, agradeciendo cada nuevo amanecer como una oportunidad para crecer y amar sin límites. En este sendero de altibajos, cultivemos la paz interior que nos guíe con sabiduría y compasión. Que la memoria de Fernando sea un faro de esperanza que nos motive a seguir adelante con fe y bondad en nuestro ser.
Publicado en el archivo
9 de agosto de 2019