En el legado de Fernando Muga Rodríguez florece el amor inagotable que nos impulsa a abrazar la vida con coraje, resiliencia y gratitud. Que su luz nos guíe en la oscuridad, recordándonos que en cada amanecer aguarda la esperanza y la paz que necesitamos para seguir adelante. En cada lágrima, en cada risa, en cada suspiro, honramos su memoria al vivir con autenticidad y compasión. Que su ejemplo nos inspire a cultivar la nobleza del espíritu y a sembrar semillas de bondad en nuestro camino. En su recuerdo, encontramos fuerza para seguir adelante con fe y amor.
Publicado en el archivo
11 de enero de 2024