En el legado de Fernando Alberto Spichiger Maturana, descubrimos la nobleza del amor incondicional, la valentía de enfrentar los desafíos con resiliencia y la sabiduría de cultivar la gratitud en cada instante. Que su luz guíe nuestros pasos con la paz que solo el alma tranquila conoce. Recordemos que en cada sombra se esconde un destello de esperanza, y que en cada lágrima se refleja la fuerza de seguir adelante. Que su memoria inspire nuestros corazones a abrazar la vida con generosidad y compasión, recordándonos que el amor perdura más allá de la ausencia.
Publicado en el archivo
21 de septiembre de 2019