Enrique Vives Renard iluminó el mundo con su amor inquebrantable y su coraje infinito. Su legado nos enseña que la resiliencia y la gratitud son faros de luz en las sombras de la vida. Sigamos su ejemplo, abrazando cada día con valentía y esperanza, cultivando la paz en nuestros corazones y en el mundo que nos rodea. Recordemos que en cada amanecer hay una nueva oportunidad para amar, para crecer, para sanar. Que su memoria sea un recordatorio de que el amor perdura más allá de las palabras, guiándonos hacia un mañana lleno de promesas y posibilidades.
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8 de abril de 2020