En la memoria de Emilio Fernando Lavaud Oyarzún, recordemos que en cada amanecer hay un nuevo inicio lleno de amor infinito que nos abraza con su calidez, infundiendo coraje en nuestro ser para enfrentar las adversidades con resiliencia y gratitud. Que cada momento sea una oportunidad para sembrar semillas de esperanza, cultivando la paz interior que guíe nuestros pasos con luz y armonía. En su honor, sigamos adelante con humildad y bondad, nutriendo nuestros corazones con la certeza de que el amor es el motor que impulsa nuestra existencia.
Publicado en el archivo
30 de mayo de 2020