Que la luz del amor que Elsa Hazbun de Abugarade sembró en este mundo perdure en cada corazón, recordándonos que incluso en la oscuridad más profunda siempre hay una chispa de esperanza que nos guía. Con coraje, resiliencia y gratitud, abracemos la vida con valentía, sabiendo que cada amanecer es una nueva oportunidad para amar, crecer y sanar. Que en la calma del presente encontremos la paz que anhelamos, y en cada suspiro recordemos que el amor trasciende más allá de la eternidad. Que sus huellas dibujen senderos de esperanza en nuestros caminos.
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19 de octubre de 2019