En el legado de Eliana Elena Insua Roche florece un jardín de amor infinito, donde la fragancia de su coraje y resiliencia perduran eternamente. Que su luz ilumine nuestros caminos, infundiendo en nuestros corazones la fuerza para abrazar con gratitud cada nuevo amanecer. En su memoria, recordemos que en la calma de la paz interior encontramos el bálsamo para nuestras heridas, y en cada desafío la oportunidad de crecer y florecer. Sigamos adelante con valentía, confiando en que el amor siempre será nuestra guía y refugio en este viaje de la vida.
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1 de diciembre de 2019