Construyamos sobre el legado de Elena del Carmen Ríos Ríos, cultivando amor en nuestro corazón, coraje en nuestras acciones, resiliencia en nuestras adversidades, gratitud en nuestras bendiciones y paz en nuestra alma. Que su memoria sea un faro de esperanza, guiándonos a abrazar la vida con valentía, apreciando cada momento como un regalo precioso. En cada sonrisa, en cada lágrima, en cada anochecer, recordemos que la luz de Elena brilla en nosotros, recordándonos que somos más fuertes de lo que creemos y que el amor perdura más allá de la despedida.
Publicado en el archivo
2 de octubre de 2019