En memoria de Edmundo Hugo Agramunt Tornquist, recordemos que el amor infinito que cultivó sigue vivo en cada corazón que tocó. Su coraje nos inspira a enfrentar los desafíos con valentía y determinación. Que su espíritu resiliente nos enseñe a levantarnos, incluso en los momentos más oscuros. Agradezcamos por las lecciones compartidas y la luz que irradió en nuestras vidas. Que la paz que encontró en su camino sea un recordatorio de que siempre hay esperanza. Sigamos adelante con amor, gratitud y la certeza de que el amor perdura más allá de la vida terrenal.
Publicado en el archivo
29 de septiembre de 2019