En memoria de Daniel Fernando Toro Foncea, recordemos que cada amanecer nos regala una nueva oportunidad para abrazar con gratitud la vida, nutrir el alma con coraje y esperanza, y atesorar en el corazón los bellos recuerdos compartidos. Que la resiliencia sea nuestro escudo, el amor nuestro motor, y la paz nuestro destino. En el vuelo de las mariposas y en el susurro del viento, encontraremos su cálido abrazo, recordándonos que, a pesar de la tristeza, siempre brillará la luz de la vida. Que en cada latido encontremos consuelo y fuerza para seguir adelante.
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17 de agosto de 2019