En memoria de Daisy Jacqueline Correa Quintanilla, recordemos su amor inquebrantable, su coraje inspirador y su resiliencia inagotable. Que su ejemplo nos guíe en momentos de oscuridad, recordándonos la belleza de la gratitud y la paz interior. Sigamos adelante con valentía, cultivando nuestras semillas de esperanza y sembrando amor en cada paso que damos. Que cada amanecer nos regale la oportunidad de abrazar la vida con pasión y compasión, honrando su legado con cada acto de bondad. En su memoria, florezcamos juntos en un jardín de esperanza y luz.
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24 de enero de 2020