En la memoria de Cristián Boza Díaz, recordemos que en cada amanecer hay un nuevo motivo para abrazar la vida con amor y gratitud. Que su coraje y resiliencia nos inspiren a seguir adelante con esperanza, fortaleciendo nuestros corazones en tiempos de adversidad. Que la paz interior sea nuestro refugio, y la bondad nuestro legado. En cada paso, en cada suspiro, encontremos la fuerza para enfrentar el mañana con valentía y la certeza de que, aunque las estrellas brillen en el cielo, el verdadero resplandor está en nuestro interior.
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22 de enero de 2020