En el legado de Claudio Illanes Ríos, recordemos el coraje que impulsa nuestros sueños, la resiliencia que nos levanta ante la adversidad y la gratitud que ilumina nuestros caminos. Que el amor sea nuestro guía, la paz nuestro refugio y la esperanza nuestra compañera inquebrantable en este viaje llamado vida. En cada latido, en cada suspiro, encontremos fuerzas para abrazar la luz que brilla en lo más profundo de nuestro ser. Que las semillas de bondad que sembró Claudio florezcan en cada corazón, recordándonos que el amor verdadero perdura más allá de la eternidad.
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18 de abril de 2020