En el jardín de la vida, las memorias de Cecilia María Luisa Miranda Herrera florecen como rosas eternas, recordándonos que el amor y la esperanza son semillas que perduran más allá del tiempo. Que su legado de humildad y serenidad nos guíe en cada paso, recordándonos que en la oscuridad de la noche, siempre brillará la luz de un nuevo amanecer. En cada susurro del viento, en cada rayo de sol, en cada latido del corazón, su espíritu perdura, recordándonos que el amor es eterno y la esperanza es nuestra guía en este viaje llamado vida.
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23 de mayo de 2019