Que la luz del amor que Carmen Velasco Rayo compartió en vida ilumine nuestros caminos, infundiendo coraje en nuestros corazones para enfrentar la adversidad con resiliencia. Que su legado de gratitud nos enseñe a valorar cada instante, cada encuentro, cada emoción. En su memoria, recordemos que la paz verdadera reside en el amor incondicional que compartimos con otros y con nosotros mismos. Sigamos adelante con fe, sabiendo que su espíritu vive en la eternidad, guiándonos y recordándonos que siempre hay esperanza en el horizonte, incluso en los momentos más oscuros.
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7 de abril de 2024