Que el amor y coraje que Carmen del Pilar Larraín Valenzuela irradió durante su vida sigan inspirando cada paso que damos. A pesar de las adversidades, cultivemos la resiliencia y la gratitud en nuestros corazones, recordando que la paz interior es un regalo precioso que merecemos. Que la memoria de Carmen nos recuerde el poder transformador del amor y la valentía, guiándonos en el camino de la vida con esperanza y bondad. Que su legado sea una luz que ilumine nuestro camino, recordándonos que en cada nueva aurora encontramos nuevas oportunidades para amar y ser amados.
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27 de abril de 2024