En el legado de César Infante Amunátegui florece el valor de enfrentar desafíos con coraje, abrazar la resiliencia en medio de la adversidad y cultivar la gratitud por cada instante de luz. Que su memoria nos inspire a amar con intensidad, a abrazar la esperanza con ternura y a buscar la paz con determinación. En este camino de altibajos, recordemos que cada paso nos fortalece, cada lágrima nos enseña y cada sonrisa ilumina el sendero hacia un mañana lleno de posibilidades. Que el amor guíe nuestros pasos y la esperanza sea nuestro faro.
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21 de febrero de 2020