Que la luz del amor que César Gutiérrez Aravena compartió con el mundo siga brillando en cada corazón, recordándonos la importancia de abrazar la vida con valentía y gratitud. En su memoria, cultivemos la resiliencia para superar los desafíos, la compasión para sanar heridas y la paz interior para encontrar calma en medio de la tormenta. Que su legado nos inspire a seguir adelante con fe y esperanza, construyendo un futuro lleno de amor y bondad. En cada amanecer, recordemos que el amor es eterno y que su luz nos guiará en cada paso que demos.
Publicado en el archivo
18 de diciembre de 2019